PENSAMIENTOS QUE FLORECEN DE LO ACONTECIDO EN JAPON
La impotencia del ser humano combinada con fenómenos naturales inesperados, nos convierte en seres vulnerables ante cualquier acontecimiento anormal, un ejemplo claro es el terremoto y el posterior tsunami ocurrido en Japón el pasado viernes que dejo una gran devastación y desesperanza entre los japoneses, las ayudas no se hacen esperar, y todos los países del mundo aportan su granito de arena para minimizar los efectos negativos del infortunado fenómeno natural.
Hemos visto lugares devastados, ruinas interminables, edificios, casas y pueblos fantasmas, personas arruinadas, hombres y mujeres llorando la muerte de uno o varios familiares, niños a espera de sus padres, rescatistas luchando por encontrar vidas, todo esto plasmado en imágenes y videos que nos ablandan el corazón y nos hace pensar en lo frágiles que somos, en la poca importancia que tenemos en este mundo, y en lo inestable que es nuestro futuro.
Todo lo anterior nos hace recordar preguntas de la antigüedad como ¿Qué sentido tiene esta vida? La filosofía ha tratado de responder este interrogante en muchas ocasiones y con diferentes teorías, pero para mí ni alcanzar la felicidad ni la acumulación de bienes tienen sentido, para mi concepto el verdadero sentido de la vida es la convivencia con los demás, la felicidad es tan solo un fin que se llega atreves del placer, y el compartir con las personas nos llena de tranquilidad y paz, es cuando la muerte de un ser querido nos inquieta y los pensamientos de no volver a compartir con esa persona mezclados con la impotencia ante la muerte nos aflige y nos deprime en una tristeza profunda, es por esto que pienso que el verdadero sentido de nuestra vida está sintetizado en el querer, el amar, y el compartir con los demás porque solo la muerte nos separa de estas virtudes que nos otorgo Dios para el beneficio de nuestra comunidad.
Japón sufre muerte sin remedio, y aun sin haber asimilado la devastación de su país, los japoneses hoy se enfrentan a un desastre atómico, a una hecatombe nuclear. Lo que una vez fue una potencia en prevención de desastres, hoy es un país completamente afligido por la devastación de la masa natural, en estos días se han hecho presente los grandes pensadores del mundo y estudiando una posible crisis nuclear en Japón nos encontramos con cifras realmente alarmante que deja al descubierto la incapacidad del hombre para prevenir y evitar la destrucción total del mundo, y es que tan solo una explosión atómica en Japón es capaz de destruir y ocasionar daños irreversibles a una nación entera imaginemos entonces en el peligro en que nos encontramos con el material nuclear de todo el mundo, por ejemplo si se produjera un terremoto o cualquier otro fenómeno natural en los Estados Unidos o en la Unión Soviética que dañara los almacenamientos de masa atómica nos encontraríamos en grandes emergencias y posiblemente la explosión nuclear dejaría a muchas naciones en la destrucción total.
Es por eso que mi pensamiento se centra en la indignación por la poca importancia que tenemos para las grandes potencias, y es que si no se invirtiera tanto dinero en material bélico, las oportunidades de vida serian mejores, mas subsidios de salud, vivienda, alimentación y educación podrían ser posibles si los dineros que se invierten para la guerra fueran destinados para las necesidades de la comunidad, y es tan grande el desperdicio de dinero que los gobernantes compran e inventen gran fortuna en armas, con la tercera parte de este capital se podría pagar la deuda externa de todo el mundo, estudios de la UNICEF encontraron que para arreglar la vida de 500.000`000.000 de las personas más pobres del mundo es tan solo necesario la inversión de 100.000`000.000 millones de dólares una cifra bastante baja si consideramos que los Estados Unidos gasta esta cantidad en tan solo cien bombarderos B-18 y menos de siete mil cohetes. Es por estos motivos que en mi mente no cabe la idea de que se inviertan dineros para la guerra y no para mejorar la vida de muchas personas.
Gracias a lo acontecido en Japón podemos encontrar varios puntos de enfoque en los cuales podemos reflexionar, uno de ellos es darnos cuenta de los privilegios que tenemos en estos momentos, debemos aprender a vivir con lo que poseemos, y pensar siempre en los demás, ay que ser consientes que muchas personas están sufriendo más que nosotros y que son ellos los que necesitan nuestra ayuda, hoy quiero invitarlos a ayudar cada vez que vean la oportunidad perfecta para auxiliar a una persona, háganlo, que las buenas acciones son vistas desde lo alto y seguramente algún día te llegara la recompensa, por ultimo quiero mandar un saludo de solidaridad al pueblo japonés que hoy por hoy necesita de la ayuda de todo el mundo.